Primer día de pretemporada, primer refuerzo: Alejandro Faurlín, carita nueva para un renovado Instituto, quien llegaba a este equipo como una de las prioridades del técnico.
Un espigado centrocampista dotado técnicamente y con gran presencia física, surgido en Rosario Central donde debutó en Primera División en el Clausura 2004, cuando Miguel Angel Russo era el entrenador del canalla. Antes fue campeón Sudamericano en Bolivia 2003, logro que le posibilitó jugar el Mundial de la categoría en Trinidad y Tobago, donde hizo el gol de la victoria ante Nigeria que lo convirtió en una de las más firmes promesas del fútbol argentino. Hoy, ya en Alta Córdoba, consultado sobre el gran momento de su carrera, con una picara sonrisa, tatuaje a la vista y esa pintoresca tonada rosarina intacta refresca en su memoria, “El gol a Nigeria, ni me acuerdo del gol a Nigeria jaja. Lindo si, muy lindo la selección un paso hermoso, una experiencia única. Y todo eso sirve, como futbolista, como experiencia en la parte humana. Hay que aprovecharlo siempre y uno a donde va trata de hacer las cosas bien y que lo traten bien y de irse del club dejando una buena imagen como jugador y como persona.”
Y eso es justamente lo que dejo en su ciudad natal, y en cada plantel que le toco formar. Recaló en River, donde tuvo lugar en división reserva. Ahí lo conoció Jorge Ghiso que luego lo pidió estando en Atlético Rafaela, de donde partió a jugar a Europa, la de Marítimo de Portugal fue su última camiseta. Ahora le toca construir esa imagen vistiendo la Roja y Blanca, y dos goles en los dos primeros partidos no esta nada mal como para empezar. Volante de notable despliegue, mucho carácter, dotado técnicamente y hábil en el mano a mano supo ser amo y señor del medio. De sus pies nacieron las mejores jugadas de estas fechas en las que se adueñó de la pelota para distribuirla de la mejor manera. Es optimista y en la cancha lo demuestra con su virtud de nunca claudicar aún en los resultados adversos, la visión de juego de Vitrola le sienta bien y ese es uno de los motivos por los que esta acá. “Es que tenía ganas de jugar, en Portugal no estaba jugando, había muchos jugadores y el técnico no me había pedido. Además Instituto es un club grande, tenía a Jorge (por Ghiso) que lo conozco, y bueno creo que salio bien la cosa porque los partidos fueron buenos, pude convertir así que contento”, relata el mediocampista, de 1,85 metro de altura y 80 kilos de peso.
¿Cómo te sentiste en tu llegada al club?
La verdad que muy bien. Mis compañeros me recibieron muy bien, un grupo bárbaro (del que conocía a Franco Sanchírico, porque fueron compañeros en el seleccionado Sub 20).
¿Pensas que esta más jerarquizada la categoría?
Seguro. Nacional B no es un retroceso, Nacional B hoy en día lo ven todos, hay muchos partidos televisados, son cuatro por semana y mucha gente lo ve, es muy apasionante y los equipos de Primera por ahí no tienen tanta plata y se nutren de lo que es el Nacional B. Así que con esperanza primero de salir adelante.
En el momento del ya mencionado Gol a Nigeria declarabas lo increíble que era para vos, no solo por ser en un Mundial, sino también por el hecho de que no estabas acostumbrado a convertir seguido ¿Puede ser que en La Gloria se te esta haciendo un hábito?
Y a mi me gusta llegar. Ahora se me esta dando, por ahí estoy bien físicamente y estoy llegando al área así que ojala pueda convertir muchos goles más.
¿Cuáles son tus expectativas a nivel personal, que va ver el hincha de Instituto?
Uno viene a sumar, viene con muchas ganas. Mucho hambre de ganar, de jugar, para sacar adelante esto, dar lo máximo para que Instituto salga de la situación que esta.
En lo que respecta a tu posición ¿El doble cinco es donde mejor te sentís?
Sí, es en donde más me siento cómodo. Ahí en el mediocampo, con un volante al lado dándome un poco más de libertad para cuando tenemos la pelota.
¿Crees que a pesar de tener solo 21 años llegaste a este plantel joven para aportarle también tu experiencia? Porque tuviste más rodaje que varios del mediocampo.
No, yo no lo veo así. Estoy muy orgulloso de todo lo que me paso. Creo que tengo 21 años y me toco estar en varios lugares y uno aporta lo que puede y ayuda en lo que puede a los más chicos. Creo que acá hay muchos jóvenes que tienen un gran futuro, un gran potencial, hay que llevarlos de a poco. Y ojala podamos salir de esta situación para que ellos el día de mañana puedan demostrarle a la gente y rendir lo que realmente son porque hay muy buen material y hay muy buenos jugadores.
¿Qué significa jugar un clásico?
Son partidos muy especiales, muy lindos para jugar, con un marco muy importante. Hay que estar tranquilos, concentrados y tratar de hacer lo mejor para darle una alegría a la gente y seguir sumando que es lo que necesitamos.
Para terminar un ping-pong:
¿Gago o Mascherano? Gago.
¿Baldassi o Pezzota? Baldassi.
¿Bilardo o Menotti? Menotti.
Frente al archirival ¿Goleada o victoria sobre la hora? Sobre la hora
Un espigado centrocampista dotado técnicamente y con gran presencia física, surgido en Rosario Central donde debutó en Primera División en el Clausura 2004, cuando Miguel Angel Russo era el entrenador del canalla. Antes fue campeón Sudamericano en Bolivia 2003, logro que le posibilitó jugar el Mundial de la categoría en Trinidad y Tobago, donde hizo el gol de la victoria ante Nigeria que lo convirtió en una de las más firmes promesas del fútbol argentino. Hoy, ya en Alta Córdoba, consultado sobre el gran momento de su carrera, con una picara sonrisa, tatuaje a la vista y esa pintoresca tonada rosarina intacta refresca en su memoria, “El gol a Nigeria, ni me acuerdo del gol a Nigeria jaja. Lindo si, muy lindo la selección un paso hermoso, una experiencia única. Y todo eso sirve, como futbolista, como experiencia en la parte humana. Hay que aprovecharlo siempre y uno a donde va trata de hacer las cosas bien y que lo traten bien y de irse del club dejando una buena imagen como jugador y como persona.”
Y eso es justamente lo que dejo en su ciudad natal, y en cada plantel que le toco formar. Recaló en River, donde tuvo lugar en división reserva. Ahí lo conoció Jorge Ghiso que luego lo pidió estando en Atlético Rafaela, de donde partió a jugar a Europa, la de Marítimo de Portugal fue su última camiseta. Ahora le toca construir esa imagen vistiendo la Roja y Blanca, y dos goles en los dos primeros partidos no esta nada mal como para empezar. Volante de notable despliegue, mucho carácter, dotado técnicamente y hábil en el mano a mano supo ser amo y señor del medio. De sus pies nacieron las mejores jugadas de estas fechas en las que se adueñó de la pelota para distribuirla de la mejor manera. Es optimista y en la cancha lo demuestra con su virtud de nunca claudicar aún en los resultados adversos, la visión de juego de Vitrola le sienta bien y ese es uno de los motivos por los que esta acá. “Es que tenía ganas de jugar, en Portugal no estaba jugando, había muchos jugadores y el técnico no me había pedido. Además Instituto es un club grande, tenía a Jorge (por Ghiso) que lo conozco, y bueno creo que salio bien la cosa porque los partidos fueron buenos, pude convertir así que contento”, relata el mediocampista, de 1,85 metro de altura y 80 kilos de peso.
¿Cómo te sentiste en tu llegada al club?
La verdad que muy bien. Mis compañeros me recibieron muy bien, un grupo bárbaro (del que conocía a Franco Sanchírico, porque fueron compañeros en el seleccionado Sub 20).
¿Pensas que esta más jerarquizada la categoría?
Seguro. Nacional B no es un retroceso, Nacional B hoy en día lo ven todos, hay muchos partidos televisados, son cuatro por semana y mucha gente lo ve, es muy apasionante y los equipos de Primera por ahí no tienen tanta plata y se nutren de lo que es el Nacional B. Así que con esperanza primero de salir adelante.
En el momento del ya mencionado Gol a Nigeria declarabas lo increíble que era para vos, no solo por ser en un Mundial, sino también por el hecho de que no estabas acostumbrado a convertir seguido ¿Puede ser que en La Gloria se te esta haciendo un hábito?
Y a mi me gusta llegar. Ahora se me esta dando, por ahí estoy bien físicamente y estoy llegando al área así que ojala pueda convertir muchos goles más.
¿Cuáles son tus expectativas a nivel personal, que va ver el hincha de Instituto?
Uno viene a sumar, viene con muchas ganas. Mucho hambre de ganar, de jugar, para sacar adelante esto, dar lo máximo para que Instituto salga de la situación que esta.
En lo que respecta a tu posición ¿El doble cinco es donde mejor te sentís?
Sí, es en donde más me siento cómodo. Ahí en el mediocampo, con un volante al lado dándome un poco más de libertad para cuando tenemos la pelota.
¿Crees que a pesar de tener solo 21 años llegaste a este plantel joven para aportarle también tu experiencia? Porque tuviste más rodaje que varios del mediocampo.
No, yo no lo veo así. Estoy muy orgulloso de todo lo que me paso. Creo que tengo 21 años y me toco estar en varios lugares y uno aporta lo que puede y ayuda en lo que puede a los más chicos. Creo que acá hay muchos jóvenes que tienen un gran futuro, un gran potencial, hay que llevarlos de a poco. Y ojala podamos salir de esta situación para que ellos el día de mañana puedan demostrarle a la gente y rendir lo que realmente son porque hay muy buen material y hay muy buenos jugadores.
¿Qué significa jugar un clásico?
Son partidos muy especiales, muy lindos para jugar, con un marco muy importante. Hay que estar tranquilos, concentrados y tratar de hacer lo mejor para darle una alegría a la gente y seguir sumando que es lo que necesitamos.
Para terminar un ping-pong:
¿Gago o Mascherano? Gago.
¿Baldassi o Pezzota? Baldassi.
¿Bilardo o Menotti? Menotti.
Frente al archirival ¿Goleada o victoria sobre la hora? Sobre la hora
Comment